De manera independiente de quiénes sean los autores del artículo, incluso con la participación en él, en calidad de coautora de Cinthya Guadalupe Delgado Martínez, de acuerdo con la Ley de derechos de autor y las normas de cita, que son de acatamiento obligatorio y cumplimiento, la cita completa y debida se debe dar (cita completa e inclusión en la bibliografía). En ello consiste no solo el respecto a la Ley y las normas de cita, sino que la correcta citación garantiza la trazabilidad del conocimiento y su evolución, lo cual, para el mundo científico, ni siquiera es necesario explicarlo, porque es obvia su importancia. En relación con la tardanza de la publicación del hallazgo, no deja de despertar suspicacias que 1) la no participación en la publicación de la persona que hizo el reporte en 2012, más aun porque proviene de la misma institución académica (UNAM), 2) que como autor principal aparezca su director de tesis y el nombre de ella está mal escrito (Cinthya por Cynthia), 3) que apartes de su tesis no estén citados en el artículo y la tesis de maestría no esté incluida en las referencias bibliográficas. Todo mal, muy mal.
]]>1. Es una calumnia lo señalado en contra del coordinador del grupo de trabajo Biodiversidad Marina de Yucatán, el Dr. Nuno Simões, y lo rechazamos enérgicamente.
2. Es importante aclarar que el proceso de participación en proyectos de investigación científica de cualquier laboratorio no implica la autoría del producto científico. Sobre esto existe un código de ética internacional al cual nos apegamos: el COPE (https://publicationethics.org/), que puede ser consultado respecto al derecho de autoría de estudiantes en el proceso de publicación.
3. Dentro de nuestro trabajo, nos apegamos estrictamente al reglamento de transparencia y acceso a la información pública de la UNAM, artículo 7: “la información generada, obtenida, adquirida, transformada o en posesión de la Universidad y de sus áreas universitarias es pública y debe ser accesible a cualquier persona salvo a normas y criterios jurídicos aplicables”. Así como de la Comisión de Ética Académica y Responsabilidad Científica (CEARC) de la Facultad de Ciencias quien menciona a la Legislación Universitaria en la que se señala que “la titularidad de la propiedad intelectual de las creaciones e invenciones que se generen en la Universidad le pertenece a la misma…” (publicación en Gaceta UNAM el 30 de julio de 2015) y no a personas específicas.
4. El compromiso entre la relación alumno-maestro es el de la titulación. El alumno puede participar en la publicación científica, inclusive ser el autor principal y el responsable de esta, siempre que asuma el compromiso de culminar el proceso de publicación en un tiempo previamente establecido. Este proceso incluye: (i) reescribir y estructurar el documento al estilo de comunicación científica (muy diferente al de una tesis), (ii) a la comunicación constante con el editor de la revista y, (iii) en particular, el atender las revisiones exhaustivas de los revisores.
5. El amplio número de alumnos titulados de los tres niveles: licenciatura, maestría y doctorado (en total más de 40), así como el número de tesis que actualmente se realizan bajo la tutela del Dr. Simões, sin contar el número de servicios sociales, prácticas profesionales, veranos científicos y otras estancias que han pasado por nuestro laboratorio, es uno de varios indicadores de que el trabajo con el Dr. Simões es: fluido, retroalimentado, positivo, pero en particular, ameno. No es casualidad que el Dr. Simões tenga en simultáneo a más de 10 alumnos de diferentes posgrados por semestre desde hace más de tres años.
6. Para demostrar lo anterior, de los 56 artículos publicados por el Dr. Simões en los últimos 10 años, 70% corresponden a proyectos de sus alumnos de posgrado, y de estos el 99% de dichos alumnos participó en el proceso de publicación científica, más allá de su proceso de titulación.
7. El Dr. Simões, asumiendo compromisos que van mucho más allá de sus responsabilidades como Profesor de la UNAM, ha trabajado inmensurablemente para obtener financiamiento internacional que permita caracterizar la biodiversidad marina de México, incorporando en esta loable labor a decenas de alumnos, a los que les garantiza financiamiento para el adecuado éxito de sus proyecto de investigación (trabajo de campo, equipos, insumos, etc.), muchos de los cuales al terminar con su periodo oficial de beca CONACyT han sido becados o contratados procurándoles un sustento económico dentro de un ambiente académico con la intención de apoyar a los alumnos a finalizar publicaciones pendientes o por su servicio profesional en la curación de material científico, hasta lograr el siguiente apoyo económico institucional.
Con lo anterior queremos enfatizar que en el grupo académico de Biodiversidad Marina de Yucatán se trabaja con ética, fraternidad, y sobre todo con el respeto al reconocimiento de la justa participación en nuestros proyectos de Investigación.
Por último, se invita a la persona afectada, a que acuda al comité de ética de la UNAM a presentar su denuncia, incluso contactar al comité de conflictos de autoría (COPE). Viralizar difamaciones por redes sociales contra una persona con responsabilidad académica de alcance nacional es algo muy serio e irresponsable. Su denuncia debe ser canalizada por lo canales adecuados, y no este medio de divulgación.
Atentamente, Deneb Ortigosa, Edlin Guerra, Carlos Paz, Xochitl Vital, Efraín Chávez, Diana Ugalde, Lilian Palomino, Quetzalli Hernández Gabriel Cervantes, Tonali Mendoza, Maryjose García, Antar Pérez, Pamela Tapia, Pedro Homa, Oscar Melo, Isaac Chacón