La moda del plagio en libro de Pilar Castaño. Colombia

18 enero, 2014 - 9:21 am
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By sos2016

La reconocida presentadora, periodista y crítica de moda María del Pilar Castaño Valencia, conocida en los medios masivos de comunicación colombianos como Pilar Castaño, es una experimentada periodista, representante de la moda, estilo y diseño, es además asesora y conferencista nacional en temas de moda.

Pilar Castaño se crió en una familia vinculada a los medios televisivos de Colombia, donde se mueve a sus anchas, a quien el oficio de la moda le llega heredado de su madre, Gloria Valencia de Castaño. Algunos periodistas de Colombia la han llamado «la reina del estilo» y catalogada como la persona que más sabe de moda en Colombia. Este caso pone a prueba su conocimiento de la moda.

Pilar Castaño es políglota y ha viajado durante casi 40 años por diversos países detrás del ritmo de la moda occidental en USA y Europa. Con el sello editorial Planeta, con 312 páginas publicó el libro «Profesión mujer» (2012). Con la casa editorial Aguilar, desde el año 2009 ha publicado cuatro libros de moda femenina y masculina, todos ilustrados: «Señor espejo» (2009), «El hombre en el espejo» (2010), «Estilo urbano» (2012) y «La maravilla de ser mujer» (2013), libros distribuidos por Alfaguara y Santillana en Colombia, Argentina, México y Madrid.

En el año 2013, publicó su cuarto libro con Aguilar, titulado «La maravilla de ser mujer: guía para mantenerse vigente», con 8 secciones o capítulos, casi 200 páginas, presentado a todo color, esta vez por la ilustradora Gabriela Salazar de Zubiría, de 18 años, quien recibió de Pilar Castaño $5.000.000 por 87 imágenes. Pilar Castaño explica que un hijo suyo le presentó a Gabriela Salazar, amiga de él, ésta le enseñó su cuaderno de ilustraciones, y Pilar Castaño quedó admirada y de inmediato la invitó a ser la ilustradora de su próximo libro.
Los libros publicados bajo el nombre de Pilar Castaño, en distintos medios de comunicación de Colombia, tienen inmediato eco (periódico El Tiempo, Caracol Radio, La W radio, Feria del Libro, etc.), donde son presentados y entrevistada su autora.

El 02 de octubre de 2013 (9:05 a los 10:00 minutos de la entrevista) Pilar Castaño, en el programa La Ventana, de Caracol Radio, la autora de “La maravilla de ser mujer”, contó que la ilustradora Gabriela Salazar, con su cuaderno de diseños obtuvo una beca de estudios en Parsons The New School of Design, Nueva York, debido a la calidad de las ilustraciones, varias de las cuales presuntamente son las involucradas en el plagio en el libro “La maravilla de ser mujer”.

Entre los años 2009 y 2013 este es el quinto libro publicado por Pilar Castaño, en seguidilla, en promedio uno por año. El libro «La maravilla de ser mujer», ilustrado en policromías, publicado en septiembre de 2013, empezó de inmediato su distribución en las más conocidas librerías de Colombia. Igualmente la revista Vogue, en su edición de noviembre para Latinoamérica, sección Libros recomendados, presentó el libro «La maravilla de ser mujer» donde justo aparece una de las ilustraciones bajo el nombre de Gabriela Salazar.

La joven diseñadora e ilustradora colombiana Angélica Moreno, en entrevista radial con Blue Radio, el día 19 de noviembre de 2013, contó cómo detectó el plagio en una de las ilustraciones en la revista Vogue. Realizó la investigación correspondiente y detectó el plagio de más ilustraciones bajo la autoría de Gabriela Salazar, y en la entrevista aseguró que la copia es total en las ilustraciones en “La maravilla de ser mujer”, que no se trata de similitudes. De acuerdo con esto, Gabriela Salazar se limitó a eliminar la firma de las ilustraciones originales, y referenciarlas como de su autoría. Una vez informados los autores originales del plagio, éstos replicaron el hecho en las redes sociales, y se constituyó en noticia y comentarios al final del mes de noviembre de 2013. Es decir, a partir de una ilustración plagiada, con una sola mirada el ojo acucioso de una joven diseñadora detectó de inmediato el ilícito cometido por la diseñadora del libro “La maravilla de ser mujer”.

Por medio de mensajes electrónicos, twitters, youtube y entrevistas se difundió la noticia y comentarios del robo o plagio en la “La maravilla de ser mujer”.

Los medios de comunicación y periodistas radiales, digitales y escritos de Colombia dieron al caso un tratamiento bastante ligero, muy “light”. Por ejemplo, el 20 de noviembre de 2013, en Hoy por Hoy, programa matutino de Caracol Radio, dirigido por Gustavo Gómez, al entrevistar a Phillipe Vergnaud, director general de Prisa Ediciones-Colombia (editorial Santillana), los periodistas se refieren al tema como “bastante harto” o «inconveniente triste y lamentable», y a la ilustradora Gabriela Salazar como “la niña” y “pobre niña”; en ningún momento los periodistas abordaron el caso en relación con la importancia de la protección al derecho de autor, mucho menos como un delito editorial, de tipo penal, y la gravedad del hecho. Igualmente Phillipe lo explica como “un error” y Pilar Castaño lo enfoca como un asunto “de ser joven y todo vale”, y que “debe haber una explicación”; a pesar de ello informan que, debido a que “es un copy page total”, el libro será recogido, destruido ante notario e indemnizados los autores originales (plagiados). En relación con la difusión del tema en las redes sociales, Pilar Castaño lo presenta como de “maldad, sevicia y satanización” y “una crucificción”. La liviandad con la cual presentaron el caso en Hoy por Hoy no les permitió informarse de la dimensión del posible plagio, es decir, cuántas ilustraciones publicadas fueron apropiadas por Gabriela Salazar, tampoco entrevistaron a la entidad responsable en derechos de autor de Colombia, o a un abogado con experticia en propiedad intelectual, que ilustrara a la audiencia acerca de la importancia del tema, las consecuencias sociales, económicas y legales de la violación editorial al derecho de autor. Visto de esta manera, el plagio editorial es presentado como trivialidad de clase, una pilatuna de alcurnia.

Igual postura y conducta exhibió RCN radio, el 19 de noviembre quienes presentaron la noticia en la sección de “Entretenimiento”, es decir, el plagio como divertimento. Similar se observa al día siguiente en las entrevistas realizadas por W radio, donde Julio Sánchez Cristo se refiere a un “error”; aunque ahí dieron un poco más de trascendencia al asunto, aludiendo al término plagio y a la gravedad del hecho, aunque sin llegar al fondo del caso. El 24 de noviembre de 2013, en Publímetro, se refieren al caso como una “ligereza con muchas implicaciones”, como si el plagio se tratara de un asunto de velocidad y no de sustancia, de contenido. En un país donde la práctica delictual es recurrente, a borbotones, de arriba hacia abajo, en los medios masivos de comunicación, como en la sociedad, el plagio o violación editorial al derecho de autor es un delito menor, una travesura o ligereza, jamás un delito, máxime si es cometido por personas de las altas esferas de la sociedad.

El 22 de noviembre se conoció la carta que Gabriela Salazar dirigió a Pilar Castaño, luego de ser detectada y conminada a una explicación. En mensaje electrónico dirigido a Pilar Castaño, desde Nueva York la diseñadora Gabriela Salazar en la misiva de cuatro párrafos le ofreció disculpas y manifestó arrepentimiento, donde se refirió al caso como un “error” (de utilizar diseños ajenos), producto de la presión por las entregas para el libro. No se presenta una confesión de cuántas ilustraciones no son de su talento, aunque en “La maravilla de ser mujer” figuren bajo su nombre; tal vez esto nunca será de público conocimiento.

Gabriela Salazar deberá pagar a la distribuidora Santillana el monto de $160.000.000 (cerca de 84.000 dólares) por el retiro de circulación de los ejemplares del libro “La maravilla de ser mujer”, luego de detectado y denunciado el plagio.

El portal Las 2 orillas, al igual que varios comentaristas en las redes sociales, cuestionaron el tratamiento que Pilar Castaño y medios de comunicación dieron al caso por tratarse de una ilustradora joven, y cercana a su familia, refiriéndose a ella como “una niña” (Gabriela Salazar) y de esa manera librada de responsabilidad.

En el caso de la publicación del libro “La maravilla de ser mujer” se registran algunos elementos a tener en cuenta, entre otros. La confianza (excesiva) entre la autora y la diseñadora. Luce extraño que una autora tan recorrida y experimentada, Pilar Castaño, que debe vivir actualizada en el tema no detectara el plagio de varias imágenes; téngase en cuenta que Gabriela Salazar tomó imágenes de reconocidos diseñadores, publicadas en revistas reconocidas. En cambio, con una sola imagen, el ojo agudo de Angélica Moreno detectó la copia. ¿Cómo entender que una joven de 18 años le meta semejante golazo a la experimentada Pilar Castaño? ¿Pilar Castaño no conocía ilustraciones de Inslee Haynes, Hayden Williams, Robert Best, Sunny Gu?, con vinculación a las principales casa de moda de USA.

Otro aspecto está relacionado con la selección de las imágenes para las 8 secciones o capítulos del libro “La maravilla de ser mujer”. En el trabajo editorial, la selección de imágenes no es una labor menor, pues las ilustraciones no son (o no deben serlo) aspecto de simple decoración, de relleno o aumento del número de páginas, menos aún en una publicación de moda, donde éstas deben corresponder de manera coherente con la sección o capítulo y con el texto, y adquieren fuerza propia en el lenguaje comunicacional. En ese momento la autora e ilustradora debe interactuar y generar un diálogo dinámico y creativo, donde las imágenes insinúen, afirmen o refuercen el contenido temático, de esa manera los encuadres, texturas, colores, ambientes y fondos de las ilustraciones presentadas deberían recibir las observaciones de la autora experimentada, de esta manera las ilustraciones iniciales sufren modificaciones de distinto tipo. Tal parece que en “La maravilla de ser mujer” ese diálogo autora e ilustradora no existió y simplemente las imágenes “de” Gabriela Salazar se repartieron, sin variaciones, a lo largo de las 8 secciones del libro, pues son las mismas de los originales plagiados; es decir, tal parece que en este aspecto no se presentaron mayores exigencias o esfuerzo intelectual. En ese orden de ideas, ¿cuál es el nivel de responsabilidad, así sea por descuido, de la autora Pilar Castaño para que se consumara el plagio?

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La moda del plagio en libro de Pilar Castaño. Colombia

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